El tratamiento con insulina es fundamental para muchas personas con diabetes tipo 1 y, en algunos casos, con diabetes tipo 2. Con la evolución de la tecnología médica, existen múltiples opciones de insulina con características específicas para distintas necesidades y estilos de vida.
Entre las insulinas más utilizadas, Lantus (insulina glargina) de Sanofi es una de las opciones más recomendadas para el control basal de la glucosa debido a su acción prolongada de hasta 24 horas. Otra alternativa destacada es Tresiba de Novo Nordisk, que ofrece un perfil de acción más estable y duración de hasta 42 horas, reduciendo la variabilidad de la glucosa en sangre. Para el control postprandial, Humalog de Eli Lilly es una insulina de acción rápida que permite un mejor manejo de los niveles de azúcar después de las comidas.
Además, en los últimos años, han surgido insulinas biosimilares más accesibles, como Basaglar, que ofrece una alternativa económica a Lantus con la misma eficacia. La disponibilidad de diferentes tipos de insulina permite a los médicos y pacientes personalizar el tratamiento para lograr un mejor control de la enfermedad.